• Gobierno enfrenta sus fantasmas restañando heridas en el norte
    Gobierno enfrenta sus fantasmas restañando heridas en el norte
Hasta ahora los sistemas han funcionado pese a que los damnificados protestan por la lentitud en la entrega de ayuda.

Cuando el terremoto de 8,2 grados Richter afectó el norte de Chile la noche del martes, determinando una posterior alarma de tsunami para toda la costa de nuestro país, los fantasmas que quedaron al paso del gobierno de Michelle Bachelet en la madrugada del 27 de febrero de 2010 parecieron reavivarse en la memoria de muchos.

Pero lo verdadero es que, al parecer, en esta oportunidad los chilenos o sus autoridades demostraron haber aprendido la cruenta lección del 27F y se ciñeron a un protocolo establecido sobre las falencias de los métodos que operaban en 2010, no sólo en cuanto a gestión sino también en cuanto actitud ciudadana, con habitantes evacuando ordenadamente hacia los sitios de seguridad establecidos previamente.

Arropada con los resultados de la encuesta Adimark para el pasado marzo, que se dieron a conocer este jueves, que indicaron que la presidenta Michelle Bachelet inicia su segundo período de Gobierno con un 54% de aprobación, la Jefa de Estado llegó a la zona afectada acompañada de sus ministros para percibir en terreno un movimiento telúrico cuyas exactas consecuencias no se supieron hasta que la aurora iluminó el desastre, que incluye siete muertos (un bebé de seis días murió mientras con su madre dormían a la intemperie, por causa de las interminables réplicas sísmicas) y miles de viviendas destruidas amén de la conectividad vial, rota por al menos ocho caminos que necesitan reparación urgente para acceder a los sectores rurales, especialmente, varios de los cuales no han podido recibir ayuda de ninguna naturaleza. porque sus accesos está destruidos o interrumpidos por sucesivos derrumbes.

A lo anterior hay que agregar otros factores que también han contribuido al panorama caótico de los primeros días, que incluye la continua presencia de réplicas de los terremotos.

Entre esos factores aparece también la especulación con los productos de primera necesidad, desencadenada por comerciantes que esperaron hacer sus mejores ganancias con la necesidad de los demás.

Muchos de los sectores que soportaron el terremoto estaban ayer todavía sin agua y sin energía eléctrica, pese a la presión que ha puesto el Gobierno sobre las compañías encargadas, contribuyendo a las protestas de la población.

En ese escenario fue gravitante la presencia de los efectivos de las Fuerzas Armadas, algo que en 2010 Michelle Bachelet no se atrevió a hacer, tal vez preocupada por lo que la opinión pública nacional e internacional pudiera decir de una mandataria socialista que recurría a las “fuerzas represivas” para conservar el orden.

Pero ahora sí se atrevió y las armas militares resguardaron el ingreso de la gente a los supermercados, para que comprara ordenadamente y sólo la cantidad necesaria, y la venta de combustible, también racionada.

En la zona permanecen los ministros de Bachelet, incluido el ministro del Interior a quien, de acuerdo al protocolo en vigencia, le corresponde encabezar el Comité Nacional de Operaciones de Emergencia (COE), integrado además por el director de Onemi, el subsecretario del Interior, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, además de Carabineros y la Policía de Investigaciones, instancia en la cual no participa el Presidente de la República y que acató la Presidenta en la madrugada del martes, por lo que permaneció en La Moneda monitoreando la situación.

Por ahora los equipos de Gobierno se encuentran catastrando todo lo que hay que hacer, para poder ponerle cifras y ver de qué ítem del presupuesto van a salir esos recursos.

Pero es difícil convencer a la gente que sigue durmiendo a intemperie porque tiene miedo o porque no tiene dónde hacerlo, sensación que ha provocado, en primera instancia, que la calma y paciencia que habían mostrado los habitantes del norte tras los terremotos parece estar llegando a su fin, frente a la demora en la reposición de los servicios básicos, el aislamiento y la sucesión de fuertes réplicas.

Como consecuencia, en la madrugada de ayer, un centenar de habitantes de Iquiquelevantó barricadas y cortó el tráfico en algunas calles de la ciudad, una de las más golpeadas por el sismo.
Los vecinos manifestaron así su protesta por la tardanza en la llegada de ayuda que les permita sobrellevar mejor los daños que sufrieron muchas viviendas y la falta de agua y luz en varios sectores, que se prolonga ya por cinco días.

Los damnificados tratan de que se agilice la entrega de mantas, ropa de abrigo y otros elementos para hacer frente a las consecuencias de la catástrofe, en una población que desde que se produjo el terremoto ha debido dormir en los cerros o en algunos refugios de emergencia por temor a un tsunami.

“Estamos trabajando para restablecer la normalidad en la vida de las personas”, declaró el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, destacado en la zona, quien agregó que “lo que importa es que los servicios básicos estén establecidos y de buena forma, es a lo que estamos apuntando”, agregó.

El ministro lamentó las protestas y llamó a mantener la calma.“Todos los recursos que sean necesarios van a estar disponibles para la población”, aseguró.

Anteriormente, el Ministerio de Salud había decretado la alerta sanitaria debido a los cortes de agua mientras Vivienda estimaba que en el curso de la semana tendría el catastro de viviendas destruidas total o parcialmente para proyectar su recuperación.

Por ahora el Gobierno no ha informado de la necesidad de echar mano a recursos adicionales para la reconstrucción, ya que se estima que la destrucción causada por el sismo del norte es muy inferior a la que provocó en el centro sur del país en 2010 un terremoto de 8,9 grados de magnitud y un posterior tsunami.

Estado de catástrofe

••• La Presidenta Michelle Bachelet extendió “por el tiempo que sea necesario” el estado de catástrofe en las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá. El portavoz del gobierno, Álvaro Elizalde, anunció la decisión al cabo de una reunión que la mandataria mantuvo en la Moneda con sus ministros y subsecretarios para analizar la situación en el área del terremoto.

Aislados

••• Pese al esfuerzo del Gobierno y el Ejército, muchas localidades se mantienen aún aisladas. “Está aislada Alcérreca (al interior de la ciudad de Arica). Logramos una conexión de ruta para llegar a ellos y esperamos tener la conexión completa en los próximos días”, declaró el general Miguel Alfonso. Precisó que a otros pueblos se ha llevado ayuda, básicamente alimentos, a través de helicópteros.

 

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