En términos generales la comunidad rechaza la presencia de los perros callejeros y creen que en ocasiones no solamente se transforman en un peligro para ellos mismos, sino que también dan una pésima imagen para una ciudad turística.
Pero al consultarles si se llevaría uno de estos animales a su casa son enfáticos en responder que no y precisan que es función del municipio hacerse cargo de ellos.
En tanto, en la municipalidad se defienden señalando que tienen un programa de esterilización permanente para evitar que la población canina siga creciendo y demandan tenencia responsable de animales, que no los abandonen y que no los alimenten en la calle.
El hecho es que el problema más grave que se denuncia es el ataque de estos animales a las personas, donde los casos de mordedura se han repetido en los últimos tres años y hace pocos días el municipio recibió la primera demanda judicial por uno de estos casos ocurrido en el parque Gabriel Coll.
El alcalde de la Serena, Roberto Jacob, reconoce que toda la responsabilidad se le atribuye al municipio, pero indica que se trata de un problema nacional, por lo que el gobierno ha impulsado programas de esterilización y que para él desde que asumió han sido una preocupación los perros abandonados.
“Lo que teníamos y que puedo decir que ahora no se ve eran las perras en celo que andaban en la calle, con 10 ó 20 perros detrás que peleaban y se ponían agresivos, las empezamos a retirar y a esterilizarlas y a entregarlas en adopción”.
Indica que realizaron jornadas de adopción, de tenencia responsable de animales y se han adjudicado varios proyectos de esterilización, “porque es la única forma de erradicar o eliminar el crecimiento de la población canina, que es irresponsabilidad de la gente que los abandona y esa gente que siente cariño y los alimenta, por qué no los adopta y se los lleva a su casa”, dice el edil.
Roberto Jacob señala que es un tema que se debe abordar entre todos y no solamente el municipio, porque también están los que abandonan los perros, otros los alimentan en la calle, otros los defienden “y resulta que el municipio es el que tiene la culpa, el municipio es responsable de los siete mil perros que hay en la calle. Así es fácil echarle la culpa a la autoridad”, indica.
Se defiende indicando que hace noticia cuando un perro muerde a una persona, pero lo califica como hechos aislados, ya que antiguamente los ataques eran muchísimo más frecuentes. En cambio, con el trabajo que ha realizado el municipio esto se ha minimizado, aunque reconoce que acaban de recibir una demanda por el ataque de un can.
Un nuevo canil
En el municipio señalan que en la actualidad se han realizado todos los trámites para hacer una clínica veterinaria con caniles nuevos, pero reconocen que eso no solucionará el problema y que ayudará a tener en mejores condiciones los perros en tránsito, los operados.
Sobre lo que plantea la comunidad como solución, que es contar con una gran perrera, es descartado por la autoridad comunal, ya que es imposible contar con una perrera que contenga unos cinco mil perros, por eso están empeñados en frenar la reproducción y con eso al largo plazo se irán eliminando los perros callejeros y se muestra absolutamente contrarios a la eutanasia.
Historia reciente
En el único censo que se ha realizado en la Serena, se señala que en la comuna existen 50 mil perros, de los cuales 15 mil deambulan por las calles sin dueño y causando graves problemas para el desarrollo normal de la vida de las personas.
Sin embargo, estas cifras han sido reducidas e indican que los que deambulan no deben superar los ocho mil.
Asimismo, se indica que han disminuido los ataques y que no han ocurrido sucesos fatales como sucedió el 2012 con el fallecimiento de una persona en el sector de Quebrada del Jardín, atacada por dos pitbull. La víctima fue Manuel Rodríguez Ponce. Tenía 59 años y había sido un conocido locutor radial de la zona.
El abogado Ernesto Rodríguez, tras ser consultado sobre la responsabilidad que recae sobre los municipios, indica que lamentablemente eso no está claramente definido y si bien les corresponde mantener la ciudad desde todo punto de vista, incluso de la higiene, coincide con el edil en que se trata de una responsabilidad compartida.
Aclara, además, que ningún municipio en Chile tiene la capacidad de solucionar rápidamente este problema y mientras no se delimiten las responsabilidades, las cosas continuarán como están.
Los motoristas y ciclistas
Quienes también enfrentan problemas con los perros callejeros son los motoristas y motociclistas, que son perseguidos y atacados por los canes.
Bernardo Meneses, quien utiliza como vehículo de movilización una moto, indica que en la actualidad se hace complicado transitar por la ciudad, tanto por la gran cantidad de vehículos como por los animales que atacan.
Señala que en una oportunidad se le tiró encima un perro y por huir raudamente chocó a un vehículo, pero afortunadamente sin lesiones graves.
Resulta que el problema de la alta cantidad de perros abandonados que circula ha afectado a quienes prefieren medios de transporte alternativos.
“Los perros de la Plaza de Armas un día me siguieron y lograron agarrarme los pantalones y me los rompieron, pero alcancé a arrancar”, cuenta el ciclista habitual Jorge Aránguiz.
Señala que transita regularmente en bicicleta y “parece que los perros odian las bicicletas, porque inmediatamente te siguen. Hay otros que están todo el día siguiendo autos, yo creo que deben sacarlos a todos del centro, creo que es la municipalidad la que tiene que hacerse cargo”, señala.
Mordeduras
Claudia Fuentes es una víctima de las mordeduras de unos cinco perros que la atacaron en la Plaza de Armas de La Serena. Dice que después de salir de una reunión, pasadas las 22:00 horas, cruzó por la plaza y al llegar a la Catedral un perro se le tiró y le tomó la manga del chaleco e inmediatamente aparecieron otros cuatro canes que terminaron mordiéndole un brazo y sus piernas. “Tuve que gastar en médico, en medicamentos y estuve más de 15 días con licencia, sin poder trabajar y perdiendo plata. Nadie me devolvió un solo peso. Puse un reclamo en la municipalidad, pero no llegó a nada”, dice.
Eduardo Ríos también fue atacado por perros callejeros. También de noche. Recuerda que caminaba por calle Los Carrera, de noche cuando comenzó a seguirlo un grupo de perros y al llegar a la Corte de Apelaciones lo atacaron. Se defendió a patadas y se afirmó de una baranda para acceso de minusválidos que hay en las afueras del tribunal y eso evitó que cayera al suelo. También corrió la misma suerte. Perdió trabajo, debió pagar atención médica y seguir un tratamiento, ya que le mordieron una mano y un brazo.
Juan Fredes recuerda que iba caminando por calle Balmaceda, cerca de las 14:00 horas y no se dio cuenta que había un perro durmiendo en la vereda y le pisó una de sus patas por lo que el animal reaccionó gritando y parándose rápidamente, pero eso bastó para que otros canes que estaban cerca lo atacaran de inmediato. Le rompieron sus pantalones y le mordieron ambas piernas. La intervención de dos transeúntes evitó que fuera más grave. “Yo iba viendo mi celular y no vi al perro y lo pisé, gritó y me mostró los dientes, pero aparecieron otros perros que estaban persiguiendo autos y me atacaron. Dos personas me ayudaron, llevaban unos perfiles de aluminio y con eso golpearon a los perros”.
Se muestra convencido de que hay que hacer algo pronto para retirar a los perros de la calle.
Son territoriales
La veterinaria Sonia Casas dice que los perros son territoriales y cuidan sus espacios y que muchas veces atacan por defensa, ya que se sienten agredidos, porque cuidan sus espacios o bien porque son atacados.
Asimismo, cuando están agrupados en un territorio y uno de ellos ataca para defender el espacio, por lo general los demás se suman a este ataque en defensa del perímetro que lo sienten suyo.
Reconoce que con la castración los animales pierden una importante cuota de agresividad y que se evita la reproducción, que son medidas que se están adoptando en muchos municipios del país.
Animalistas
Los animalistas creen que ninguna de las soluciones funcionará completamente si antes no se educa a las personas, que son las que abandonan a los perros, por eso ellos realizan un trabajo permanente de buscarles hogar a los animales que se encuentran en estado de abandono.
Cecilia Segura dice ser animalista, pero que no pertenece a organización alguna. “Yo tengo cuatro perros en mi casa y me preocupo de ellos. Hay que alimentarlos, llevarlos al veterinario, estar pendiente de que tengan su espacio”.
Sobre los perros callejeros indica que “son de absoluta responsabilidad de las personas, ya que casi en su totalidad son abandonados y ya estando en la calle se forman jaurías porque así se defienden y cuidan su territorio, pero nunca, nunca un perro ataca por atacar simplemente”.
Lamenta que en el país no se haya legislado y que no existan sanciones para quienes desechan a sus perros y los lanzan a la calle, señalando que en otros países se les pone un chip con todos los datos y sus propietarios son multados en caso de abandono y los obligan a hacerse responsables.
Alimentándolos en la calle
Alejandra González es una persona de la tercera edad que cada día llega hasta la Plaza Buenos Aires y les deja pellets esparcidos en varios puntos a los perros callejeros que llegan a ese paseo público.
Dice que no hace nada malo, que por el contrario, los alimenta ya que pasan hambre y sed y que nadie se preocupa de ellos.
Los defiende y señala que nunca los ha visto atacar a una persona y asegura que es un acto de caridad que realiza por el amor que le tiene a los animales.
Dice ser profesora normalista y señala que “los perros que andan en la calle es porque algún irresponsable los botó”.